Un par de palomas rompen el estricto orden aparente en que este conjunto de mesas y sillas de bar figuraban bajo mis pies. Están fotografiadas desde la torre de San Marcos, y aunque aisladas de su plaza , cuando las veo, me traen recuerdos de la Venecia a la que pertenecen: Con quién estuve, el tiempo que mi hizo, lo bello de sus palacios y lo sorprendente que puede llegar a ser la mezcla de sus canales y callejuelas. Una vez más, la mente completa con su prodigiosa memoria lo que ve en una fotografía, pero no todo el que la mira lo completará por igual.
Un eslogan de hace mucho tiempo aseveraba: Donde hay un tebeo, habrá un libro. Yo afirmo, cuando veas una foto de allá donde estuviste, estarás recordándo, tantas veces como la mires, aquello que sentiste.
Señores, hay que hacer fotos, que con ellas se "vive" varias veces.
Si las fotos son buenas, pues mejor.
Si no lo hubieras identificado nunca lo hubiera reconocido...tal vez una pista fotográfica que lo ubique al verlo...no?
ResponderEliminarTengo alguna otra que la identifica, con las fachadas de la plaza, pero intentaba decir que para mí, no es necesario nada mas que esta foto, dado que la hice y estuve alli, para recordar muchas de las cosas que no salen en la foto. Y que a otros, no les dice absolutamente nada si no la reconocen, como a ti.
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