Pocos fotógrafos, pocos que se dicen llamar ecologistas, y en general pocas personas, saben distinguir entre pinos y abetos.
Todavía menos los que no distinguen entre los diferentes pinos y los diferentes abetos que pueblan los alrededores de su casa, y a lo mejor pasan bajo ellos día tras día sin tan siquiera preguntárselo. ¡Y son vecinos fieles para toda la vida! Encima nos dan sombra en verano y ni lo agradecemos.
Pocos botánicos saben explicarlo bien, e incluso pocos transmiten la alegría que produce reconocerlos y por tanto conocer sus características y utilidades. A ver si esto lo arreglo yo en un nuevo capítulo semanal destinado a reconocer los árboles mas abundantes que nos rodean. (Al que no le guste, que se lo salte).
En el llamado camino Schmidt, que discurre entre las localidades madrileñas del Puerto de Navacerrada y Cercedilla, aprendes a distinguir y no olvidar jamás al Pino Silvestre. En latín, ( lo reconocen en el mundo entero ) has de llamarlo Pinus Silvestris Linneo.
Es una bajada fácil, si se empieza en el puerto, bella y larga, cuya señalización con puntos amarillos hace imposible perderse, y que comparte tramos con la VIA XXIV (calzada romana en la que persisten los solados graníticos para el paso de carretas), con el Camino de Santiago y con el Camino de la República, según dejo plasmado en otra fotos que podéis ver pinchando AQUÍ.
El pino silvestre desprende piñas a porrillo, pequeñitas, de unos 5 cm.
Tiene las hojas ( acículas, o agujas ) agrupadas, siempre, de dos en dos, y cada hoja mide unos 6 cm. de largo mas o menos. El escalímetro mide 10 cm.
Y lo más fácil para identificarlo, tiene el tronco de dos colores, la parte alta, mucho mas clara (por ello lo llaman también Pino albar). En general, troncos muy rectos y resistentes a la humedad y pudrición ( de hecho se usan en mástiles de barcos y en la construcción, quedando aún casas de hace 500 años estructuradas con su madera). Pero si está sometido a vientos fuertes, se pueden retorcer sus ramas en lineas sinuosas de composición sorprendente.
Que nadie lo confunda a partir de ahora. Por cierto, si pincháis en
http://www.javierdahlfotos.blogspot.com/,
podéis ver las seis fotos "primerpremiopremiadas" y votar por la que más os guste.
El ganador os lo agradecerá porque le voy a regalar un libro de fotos y un diploma como ganador de éste, en un futuro, famoso premio fotográfico.
Todavía menos los que no distinguen entre los diferentes pinos y los diferentes abetos que pueblan los alrededores de su casa, y a lo mejor pasan bajo ellos día tras día sin tan siquiera preguntárselo. ¡Y son vecinos fieles para toda la vida! Encima nos dan sombra en verano y ni lo agradecemos.
Pocos botánicos saben explicarlo bien, e incluso pocos transmiten la alegría que produce reconocerlos y por tanto conocer sus características y utilidades. A ver si esto lo arreglo yo en un nuevo capítulo semanal destinado a reconocer los árboles mas abundantes que nos rodean. (Al que no le guste, que se lo salte).
En el llamado camino Schmidt, que discurre entre las localidades madrileñas del Puerto de Navacerrada y Cercedilla, aprendes a distinguir y no olvidar jamás al Pino Silvestre. En latín, ( lo reconocen en el mundo entero ) has de llamarlo Pinus Silvestris Linneo.
Es una bajada fácil, si se empieza en el puerto, bella y larga, cuya señalización con puntos amarillos hace imposible perderse, y que comparte tramos con la VIA XXIV (calzada romana en la que persisten los solados graníticos para el paso de carretas), con el Camino de Santiago y con el Camino de la República, según dejo plasmado en otra fotos que podéis ver pinchando AQUÍ.
El pino silvestre desprende piñas a porrillo, pequeñitas, de unos 5 cm.
Tiene las hojas ( acículas, o agujas ) agrupadas, siempre, de dos en dos, y cada hoja mide unos 6 cm. de largo mas o menos. El escalímetro mide 10 cm.
Y lo más fácil para identificarlo, tiene el tronco de dos colores, la parte alta, mucho mas clara (por ello lo llaman también Pino albar). En general, troncos muy rectos y resistentes a la humedad y pudrición ( de hecho se usan en mástiles de barcos y en la construcción, quedando aún casas de hace 500 años estructuradas con su madera). Pero si está sometido a vientos fuertes, se pueden retorcer sus ramas en lineas sinuosas de composición sorprendente.
Que nadie lo confunda a partir de ahora. Por cierto, si pincháis en
http://www.javierdahlfotos.blogspot.com/,
podéis ver las seis fotos "primerpremiopremiadas" y votar por la que más os guste.
El ganador os lo agradecerá porque le voy a regalar un libro de fotos y un diploma como ganador de éste, en un futuro, famoso premio fotográfico.
Estoy de acuerdo con la mayoría de tus comentarios.
ResponderEliminarPero ya que nos ponemos vamos a hacerlo bien: el nombre científico del pino albar es Pinus sylvestris. Escrito así, el nombre del genero en mayúsculas y el específico en minúscula. Además, lo de Linneo se suele obviar pues la mayoría de las especies comunes fueron descritas por él.