En estos días de lluvia, no lluvia, sol, solazo, nube, nubarrón, hay que estar ojo avizor de cuando puede entrar la luz entre las nubes a los objetos cotidianos que nos rodean, pues la mezcla de agua con sol es generalmente muy agradecida a los fotógrafos preparados.
Abajo, el olivo capta el agua a través de sus hojas, y la presencia de nubes le da un tono plata al conjunto.
El agua al acumularse empieza a resbalar por las hojas, y el cielo empieza a despejarse, por lo que
aparecen unas lágrimas brillantes por las puntas de las mismas.
Abajo, el olivo capta el agua a través de sus hojas, y la presencia de nubes le da un tono plata al conjunto.
El agua al acumularse empieza a resbalar por las hojas, y el cielo empieza a despejarse, por lo que
aparecen unas lágrimas brillantes por las puntas de las mismas.
El sol sale del todo, el color plata da paso al verde.
Unas fotos sencillas, encadenadas en menos de dos minutos mientras tomaba un café.
No hay nada como la paciencia en cuestiones de naturaleza.
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