Mayo es tradicionalmente el mes que rezuma primavera, con sus tormentas, Primeras comuniones, y flores.
Mes por tanto de hacer fotos, muchas fotos, a las tormentas de la prim(av)era, a los invitados de la segunda y a los frutos de las terceras.
En el día de ayer, se juntaron estos tres elementos en el jardín de mi propia casa, día de fiesta y encuentro, aderezado con un frió inusual que, combatido con mantas, nunca olvidaremos.
Enseñando a mi hermano las virtudes de un objetivo macro (te permite enfocar desde muy cerca, centímetros, a tu sujeto) le hice esta foto donde enfocando al reflejo de sus gafas, encuadré al fondo y al tiempo el objeto reflejado, nuestras hermana y cuñada. Ellas disfrutaban del sol que apareció cuando la fiesta terminaba. Puñeteras, no ellas, sino las tormentas.
Una toma similar a esta se la hice a mi propio jefe en el día de la inauguración de la linea de alta velocidad Madrid - Valencia, que podéis ver pinchando AQUI MISMO.
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