jueves, 23 de junio de 2011

SENTADOS

Unas sillas de aluminio apiladas suelen verse como objetos carentes de interés, pues evocan bares cerrados, cadenas antirobo y suciedad a sus pies.  Nos fijamos en ellas, como mucho, segundos.




Estas me llamaron la atención porque el sol de mediodia, duro y caluroso, incidía sobre los respaldos, ofreciendo resplandores que, fotografiados con una apertura grande, se convertían en brillos  blancos  armoniosos

Otras fotos con brillo, esta vez además con colores en este ENLACE

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