domingo, 16 de septiembre de 2012

¡¡QUÉ GRANDE ES CERDEÑA!!

De lo grande que es esta isla no fuí consciente, por muchos mapas que analicé previamente, hasta que empezé a recorrerla en moto y ver que, al igual que pasa en París, no se avanza igual de rápido en "el plan" previsto que en "los planos" analizados.
Es una isla inmeeeeeeensa.
 Resumir en un post sus maravillas, imposible. Traigo solo cinco fotos, que son:
De la arena de una de sus playas, toda ella de bolitas de cuarzo blanco, preciosas, (atención alumnos, que para fotografiar esta arena no hace falta apuntar al suelo):

De una de sus ruinas fenicias, Tharros, (¿A que dos columnas con dos barcos quedan mejor que sin ellos?):

 
Del paisaje de uno de sus abundantes e inmensos bosques, horas de recorrido sin ver nada construido, y por cierto, ninguno quemado:
 
 
 
 
  Y de una de sus pocas calas adaptadas al turista,  donde los bosques mencionados se funden con el mar:
 


Y finalmente, una mención del poco equipaje con el que es posible viajar  (cabiendo los dos en un cofre de moto, doy fe ) lo que te permite moverte ágilmente y dormir por diferentes lugares sin estar esclavizado por maletas:

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