martes, 31 de agosto de 2010

UNA RAFAGA DE DISPAROS



El pelo abundante o escaso, coloreado o blanco, es por sí solo  garantía de éxito en una toma, siempre y cuando el o la modelo esté dispuesta a lucirlo sin complejos. 

Pero además, si el pelo es largo y lleva  movimiento, se pueden coseguir  además efectos plasticamente bellos (vease una antigua entrada con otros dos ejemplo pinchando aquí ).

Es este  caso, donde para intentar simular el efecto del viento, Julieta lo movía a diestro y siniestro mientras yo disparaba tipo ametralladora. Es una pena que las plantas que le acompañan no se inclinaran hacia el mismo lado que el pelo, pero... ¡ es que no había viento !

Para este tipo de tomas lo mejor es seleccionar el disparo en ráfaga de las que todas las cámaras disponen. La rapidez está basada en que se enfoca solo la primera toma, para lo que  se aprieta el boton disparador, y sin soltarlo, se tiran unas cuantas fotos casi iguales. Todas las tomas utilizan el enfoque de la primera. Para ello no deben alejarse ni acercarse modelo y fotógrafo, porque la cámara, insisto, solo enfoca la primera toma.

Dejo una segunda foto, tomada en un lugar diferente, que también me parece interesante. Ambas tomadas directamente en blanco y negro.



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