No se si os pasará igual, lectores de mi blog habitantes de Madrid, pero las cuatro torres del Paseo de la Castellana me siguen sorprendiendo al verlas, majestuosas ellas (a pesar de que ya llevan años construidas), dominando el paisaje de la ciudad, sea cual sea el punto desde el que las mires.
En este caso, en mi habitual recorrido hacia mi trabajo, y gracias a que llevaba la cámara encima, (lección de hoy, lleva la cámara siempre que puedas, siempre hay oportunidades de encontrar una buena foto) pude "retratarlas" en este día, brumoso, de sol de amanecer invernal, a pesar de las catenarias de la estación de Chamartín me bloqueaban las vistas.
Y una de las torres, la tercera más alejada del centro urbano (la cuarta asoma en la segunda foto), nos regaló este reflejo, mezcla de antorcha y explosión, cuya foto muestro y que, juro, no está retocada ni trucada. Tal cual la hice.
En este caso, en mi habitual recorrido hacia mi trabajo, y gracias a que llevaba la cámara encima, (lección de hoy, lleva la cámara siempre que puedas, siempre hay oportunidades de encontrar una buena foto) pude "retratarlas" en este día, brumoso, de sol de amanecer invernal, a pesar de las catenarias de la estación de Chamartín me bloqueaban las vistas.
Y una de las torres, la tercera más alejada del centro urbano (la cuarta asoma en la segunda foto), nos regaló este reflejo, mezcla de antorcha y explosión, cuya foto muestro y que, juro, no está retocada ni trucada. Tal cual la hice.
Por cierto, interesantísimo el efecto de esta tercera foto (que podéis ver pinchando ACÁ.) donde las TORRES NO SON LO QUE PARECEN, o este otro enlace de las cuatro torres de cuando me presenté al concurso Mahou.
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