Los recortes alejados del formato habitual, proporción 2 a 3 más o menos, son agradecidos para hacer de una toma normal una toma mejor e incluso una toma sorprendente. Prácticamente toda foto admite un recorte "de mejora", y es divertido pasearte por una foto buscando qué trozo de la misma puede ser un poster de tu cuarto. Digo poster porque curiosamente, los formatos diferentes a los que me refiero, en tamaño pequeño no destacan, y en tamaño gigante suelen quedar "de foto"en las paredes de tu casa. Sobre todo si se colocan varias fotos recortadas de igual tamaño juntas. En las tiendas de reprografía te la entregan directamente montadas sobre soportes duros, que sin marco alguno ya son cuadros en sí mismas.
Lo único es que la calidad de la foto original debería ser la máxima que admita tu cámara, pues al aumentarlas mucho puede aparecer un pixelado que dará al traste con tus ilusiones de redecorar tu salón con "arte". Esta en concreto es de un encargo de mi amigo Fede GL, que me pidió le fotografiara su casa de Madrid para recordarla en su otra casa de Ribadeo.
Oye, qué gran idea!! y cómo cuántos píxeles debería tener una cámara para que salga bien la ampliación después? ¿7 son suficientes? (es que es lo que tiene mi mini-cámara)
ResponderEliminarGracias!!!