Vamos por la D. Si os habéis incorporado hace poco al blog, podéis buscar la A, la B y la C en este singular repaso alfabético de la historia de la fotografía en
Para hablar de Robert D, solo quiero transcribir la historia de su foto más popular titulada "El Beso", que ya habéis identificado y por la que fue llevado a juicio. Si aún creéis sobre la espontaneidad de la fotografía y en que fue una instantánea improvisada, leer esto. Para mí la toma no pierde valor alguno, pues la transmisión de sentimientos que provoca es la misma.
Lo cierto es que en seguida pasó a ser una foto conocida y publicada repetidamente en el mundo entero, y por tanto, susceptible de poder ganar dinero con la misma. Empezaron a aparecer mujeres y hombres asegurando ser los "amantes" que allí aparecían, y planteando demandas por derechos de imagen. Una pareja en concreto afirmaba haberse "reconocido" en la misma y reclamaba una indemnización por no haber consentido ni la toma ni su publicación. El fotógrafo ganó el juicio al presentar como prueba la serie completa de fotos tomadas en distintos puntos de París con la misma pareja: Françoise Bornet y su novio de entonces, Jacques Carteraud, efectivamente modelos de la foto. Una vez se demostró que consentida, nuevo juicio pues ahora querían un porcentaje de las ganancias. Otra vez Doisneau ganó en los estrados: pudo comprobar que había pagado el trabajo de Bornet y su compañero.
La pareja vendió la copia de su foto que le regaló Doisneau a un coleccionista suizo que pagó por ella 155.000€ en 1992. Por fin sacaron algo. Es cierto que de la copia se registran ya millones de copias en el mundo entero, y es icono y símbolo del amor espontáneo.
Sin más historias, os dejo tres fotos de las más famosas de D. En las dos primeras comprobar como un objeto ajeno a los protagonistas hace de extraordinario marco para los mismos.
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