La fotografía en sus primeros tiempos necesitaba que el sujeto posara incluso varios minutos para que el papel quedara impresionado por la luz. Por ello las posturas de los modelos debían de ser cómodas, pues al contrario que en la pintura, no podían moverse para obtener un buen resultado. De ahí que las poses iniciales fueran rígidas en su composición, tipo "mujer sentada, el hombre posa el brazo en su hombro".
Hoy, y ya hace tiempo, la fotografía se ha liberado de esta carga y ha evolucionado por una vía diferente a la pintura, pues es capaz de captar en milésimas de segundo instantes irrepetibles ( con mucha luz, en una cuarto de milésima de segundo ya es posible disparar en muchas cámaras) .
En la imagen, arriba, Piero della Francesca retrata a Segismundo P.M. Abajo, yo mismo retrato a Blanca M.C. ( ella, extraordinaria pintora retratista ) en una pose similar. Ambas poses de perfil se encuentran separadas entre sí por 500 años, (que en este caso, no nos contemplan ).
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